La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta la forma en que tu cuerpo transforma la glucosa (azúcar) en energía. No aparece de un día para otro; normalmente pasa por años de cambios silenciosos en tu organismo antes de que se detecte. Una manera sencilla de entender este proceso es imaginarlo como un semáforo:

En cada etapa, tu cuerpo te envía señales que pueden ser visibles o silenciosas. Conocerlas te da la oportunidad de prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.
🟢 Luz Verde – Sin diabetes (Prevención)
¿Qué significa?
Tus niveles de glucosa en sangre están en rango normal y tu cuerpo utiliza la insulina de forma eficiente para llevar el azúcar a las células.
Valores de referencia (ayuno, según la Asociación Americana de Diabetes):
- Glucosa en ayunas: menor a 100 mg/dl.
- Hemoglobina glucosilada (HbA1c): menor a 5.7%.

Síntomas o signos visibles:
- Generalmente no hay síntomas.
- Energía estable durante el día.
- Buen descanso y recuperación física.
- Peso saludable y sin exceso de grasa abdominal.
Riesgos:
Incluso estando en verde, una mala alimentación, sedentarismo, estrés crónico o sobrepeso pueden llevarte a la etapa amarilla.
Qué hacer para mantenerse en verde:
- Alimentación balanceada: abundantes verduras, frutas enteras, proteínas magras, grasas saludables y cereales integrales.
- Evitar exceso de azúcares, bebidas endulzadas y productos ultraprocesados.
- Actividad física regular: al menos 150 minutos por semana entre ejercicio cardiovascular y de fuerza.
- Dormir de 7 a 8 horas diarias.
- Control médico anual para monitorear glucosa y otros indicadores.
🟡 Luz Amarilla – Prediabetes (Alerta)
¿Qué significa?
Tus niveles de glucosa están por encima de lo normal, pero no lo suficiente para ser diagnosticado con diabetes. Esto indica que tu cuerpo está desarrollando resistencia a la insulina, lo que obliga al páncreas a producir más insulina para lograr el mismo efecto.
Valores de referencia:
- Glucosa en ayunas: 100 a 125 mg/dl.
- Hemoglobina glucosilada (HbA1c): 5.7% a 6.4%.

Síntomas o signos visibles:
- Manchas oscuras y aterciopeladas en cuello, axilas o nudillos.
- Cansancio persistente, incluso después de dormir.
- Hambre frecuente, especialmente por carbohidratos o dulces.
- Aumento de grasa abdominal.
- Sed y ganas de orinar más frecuentes.
- Dificultad para bajar de peso.
Riesgos:
- Alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en 3 a 5 años si no se actúa.
- Mayor posibilidad de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Aparición de hipertensión o triglicéridos altos.
Qué hacer si estás en amarillo:
- Reducir el consumo de carbohidratos simples y azúcares.
- Elegir alimentos de bajo índice glucémico para evitar picos de azúcar.
- Aumentar la fibra en la dieta (verduras, legumbres, semillas, cereales integrales).
- Realizar ejercicio al menos 5 días a la semana (cardio + fuerza).
- Perder entre un 5% y 10% del peso corporal si tienes sobrepeso.
- Control médico y nutricional cada 3-6 meses.
💡 Dato importante:
La prediabetes es reversible si haces cambios en tu estilo de vida a tiempo.
🔴 Luz Roja – Diabetes (Control)
¿Qué significa?
Los niveles de glucosa son lo suficientemente altos como para diagnosticar diabetes tipo 2. Aquí el daño a la salud puede progresar rápidamente si no se controla.
Valores de referencia:
- Glucosa en ayunas: 126 mg/dl o más (en dos pruebas distintas).
- Hemoglobina glucosilada (HbA1c): 6.5% o más.

Síntomas o signos visibles:
- Sed excesiva.
- Hambre constante.
- Micción frecuente, incluso de noche.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Visión borrosa.
- Hormigueo, ardor o entumecimiento en pies y manos.
- Heridas que tardan en sanar.
- Infecciones frecuentes (urinarias, piel, encías).
Riesgos:
- Daño a riñones (nefropatía).
- Problemas de visión e incluso ceguera.
- Lesiones nerviosas y problemas de circulación.
- Mayor riesgo de infartos y derrames cerebrales.
- Riesgo de amputaciones en casos graves.
Qué hacer si estás en rojo:
- Acudir a tu médico para recibir un plan de tratamiento (medicación o insulina si es necesario).
- Seguir un plan de alimentación diseñado por un nutriólogo.
- Monitoreo diario o frecuente de la glucosa.
- Realizar actividad física adaptada a tu condición y bajo supervisión.
- Controlar también presión arterial y colesterol.
