Dormir es tan necesario como comer, incluso como respirar, porque el cuerpo es una máquina que necesita el descanso (si es posible descanso nocturno) para reponerse tanto física como mentalmente. Dormir es fundamental para un desarrollo físico y neurológico correcto.
Sabemos también que, si no dormimos, nos sentimos nerviosos, malhumorados y sin energía.
Un descanso de calidad nos evita caer enfermos, y favorece que el sistema inmune trabaje de manera eficiente; todos los sistemas del cuerpo pasan por una revisión fisiológica durante el sueño, si esto no sucede no se reparan los tejidos, ni se eliminan las toxinas de forma eficaz.
Las alteraciones del sueño tienen una estrecha correlación con muchas enfermedades y aumentan el riesgo de cáncer, de infecciones y de muerte. El cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, las enfermedades degenerativas como el Alzheimer, la diabetes, la depresión, la ansiedad e incluso el suicidio pueden tener relación con un problema de insomnio crónico.
La mayoría de nosotros necesita alrededor de siete u ocho horas de sueño de buena calidad cada noche para funcionar correctamente, pero algunos necesitan más y otros menos. Lo que importa es averiguar cuánto sueño necesitamos y satisfacerlo.
Si nos despertamos con cansancio y nos pasamos el día deseando dormir, es probable que no estemos durmiendo lo suficiente.
Si el descanso es bueno, todo son ventajas porque:
- Aumenta la inmunidad.
- Permite bajar de peso.
- Mejora el humor.
- Previene problemas metabólicos y el riesgo de desarrollar diabetes.
- Protege de las enfermedades del corazón.
Si te cuesta dormirte, te despiertas a media noche o te levantas con cansancio, intenta lo siguiente:
Por la mañana:
- Exponte a la luz natural.
- Ve el amanecer
- Realiza actividad física
¡Si puedes haz todo junto! muévete, temprano y al aire libre.
Por la tarde:
- No cenes tarde (intenta hacerlo 2 horas antes de acostarte)
- Evita el consumo de café y de bebidas alcohólicas
- Limita las luces artificiales
- Mantén la habitación fresca y en total oscuridad
Suplementación:
La recomendación individualizada de suplementación la debes obtener de un profesional de la salud, sin embargo los siguientes suplementos han demostrado beneficios en una mejoría del descanso y del sueño. Valeriana, magnesio, vitamina D, triptófano, glicina, melatonina.